Desde hace largos meses que en la estación de servicio Shell de la Ruta 58 ubicada entre San Vicente y Canning, en un sector que pertenece al partido de Presidente Perón, se realizan encuentros de fanáticos de los autos que, en muchos casos, derivan en peligrosas picadas clandestinas sobre la misma ruta.
Canning: las picadas que salen de la Shell de la Ruta 58 dejan la tragedia a la vuelta de la esquina
Realizan carreras clandestinas en el tramo de la Ruta 58 entre Canning y San Vicente. Salen de encuentros de autos en la Shell. Terrible accidente el sábado.
Vecinos y conductores que circulan entre Canning y San Vicente las madrugadas de los fines de semana venían alertando sobre esta situación, pero la gota que colmó el vaso ocurrió el pasado domingo, a las 2 am, cuando una carrera derivó en un terrible accidente en el que no hubo víctimas fatales de milagro.
Según informaron testigos de la “juntada” del último sábado y fuentes policiales a El Diario Sur, tres vehículos largaron una picada desde la Shell -ubicada en el cruce con Camino de Las Latas- en sentido hacia Canning. Llegaron a toda velocidad hasta el semáforo de la calle El Deslinde, y el conductor de uno de los vehículos, un BMW 305, no logró esquivar un Chevrolet Corsa detenido en el semáforo en rojo.
El impacto fue tremendo y los dos autos quedaron destruidos. En el BMW iba una pareja, con un hombre al volante y una mujer como acompañante, la cual debió ser hospitalizada. En el Corsa, también iba una pareja: la conductora resultó ilesa y su acompañante fue trasladado al Hospital Cecilia Grierson de Guernica. Ambos lesionados quedaron fuera de peligro.
Testigos sumaron otro detalle inquietante: aseguraron que desde el BMW habrían bajado botellas con bebidas alcohólicas luego del accidente antes de que llegara la Policía. El conductor quedó imputado por lesiones y también deberá afrontar multas de tránsito.
Pero más allá del episodio de este fin de semana, la sensación para los conductores que transitan la zona de madrugada es que la tragedia está a la vuelta de la esquina. Los corredores de picadas clandestinas alcanzan velocidades en las que pierden la capacidad de maniobra en una ruta en la que circulan autos, motos y bicicletas a toda hora. El acceso es utilizado por los vecinos y trabajadores de los countries del corredor verde y por la gente que va y viene entre San Vicente y Canning o Capital Federal.
Otra situación de alto riesgo se da en las “largadas”, en las que los conductores quedan frenados a cero sobre la ruta, lo que podría derivar en un impacto por parte de un auto que viniera circulando por la misma mano y no pudiera frenar para esquivarlos.
Los encuentros de autos en la Shell que suelen derivar en picadas suelen realizarse los viernes y sábados a la noche. Allí se suelen ver autos deportivos, de alta gama y “preparados” para correr. Existen algunas cuentas de Instagram desde las que se realizan convocatorias y se publican imágenes de estos eventos. En la descripción del perfil conocido como Meet Canning se encargan de aclarar “prohibido motos” y “no fomentamos maniobras peligrosas”.
La estación de servicio está en jurisdicción del Municipio de Presidente Perón, que debería ser el encargado de articular con las autoridades policiales para garantizar la seguridad vial en la zona.
La Shell, en tanto, se ubica en un amplio predio con estacionamiento que también tiene diversos locales de comida, como uno de la cadena de hamburgueserías Mostaza, o la tienda Lion Place. Los propietarios serían del grupo FGC Fuels Marketing.
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