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La monja de Monte Grande que tenía relación con el Papa Francisco y consiguió ayuda para su capilla

La hermana Amada es española y llegó hace seis años a la capilla Villa Inmaculada de Monte Grande. Le pidió ayuda al Papa Francisco y hablaba seguido con él.

Organizando pilas de ropa y de donaciones. Así se encontraba la "hermana Amada", como la conocen en su barrio de Monte Grande, cuando llegó El Diario Sur para entrevistarla. Su nombre completo es Amada García Pérez, tiene 76 años y, si bien es española y pasó gran parte de su vida en Brasil, llegó hace unos años a una capilla de Monte Grande, lugar que actualmente está siendo remodelado gracias a la ayuda que brindó el Papa Francisco meses antes de fallecer.

Embed - Misionera: la monja española de Monte Grande que recibió ayuda del Papa para su capilla

Amada forma parte de la Congregación Hijas de la Inmaculada Concepción desde 1964. Antes de llegar a la capilla "Villa Inmaculada", ubicada a media cuadra de la avenida Pedro Dreyer, pasó 22 años en Brasil, donde, también con la ayuda de Francisco, construyó un refugio comunitario.

"Empecé a comunicarme con el Papa porque yo quería hacer una casa en donde estaba en Brasil para la gente pobre. Me habían dado un terreno muy grande, pero no tenía dinero para edificar, así que le mandé una carta a él. Me respondió que hiciera un plano de lo que pretendía hacer, y yo lo hice", rememoró la monja.

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La hermana Amada junto a dos vecinos, colaborando en la organización de donaciones para el barrio.

La hermana Amada junto a dos vecinos, colaborando en la organización de donaciones para el barrio.

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Y detalló: "Ese plano se lo llevó el obispo de la ciudad de Pelotas, Don Jaime, y Francisco me dio un montonazo de dinero con el que hicimos una gran casa de acogida con panadería, ropería, una casa de reciclaje y una huerta comunitaria". "En ese momento, el Papa le dijo a don Jaime que así quería a su Iglesia", recordó.

La monja recordó que el Sumo Pontífice comenzó a identificarla desde aquel entonces como "eufrasia", por el apellido de la fundadora de la congregación, la Madre Eufrasia Iaconis (1867-1916). "Nuestra congregación nació en Buenos Aires, así que él ya estaba familiarizado", explicó.

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El interior de la capilla de Villa Inmaculada, ubicada en Monte Grande.

El interior de la capilla de Villa Inmaculada, ubicada en Monte Grande.

Luego de su experiencia durante tantos años en Brasil, le solicitaron a Amada que se trasladara con su espíritu misionero a Monte Grande, y ella obedeció. Recientemente, ya en 2025, le envió una carta al Papa para pedirle nuevamente recursos, esta vez para la capilla "Villa Inmaculada", donde vive junto a otras tres monjas de distintos países.

"Me escribió una carta y nos envió la ayuda, que estamos aplicando para hacer seis baños y seis duchas, y si alcanza también vamos a revocar por fuera y por dentro", señaló la hermana. Y añadió: "Si bien el último tiempo nos mandábamos cartas, también nos hemos mandado WhatsApp's con el Papa, yo le pedía una bendición y él me la daba, lo recuerdo con mucho cariño".

Sobre Francisco, expresó: "Si bien lo conocí a través de cartas y mensajes, no en persona, puedo decir que se tomó en serio el Evangelio, y que a la Iglesia la sacudió". "Siempre soñé con una Iglesia abierta, con los principios firmes en Jesús. Y él logró eso", concluyó.

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