Geneviève Jeanningros, una monja francesa de 81 años perteneciente a la orden de las Hermanitas de Jesús, protagonizó un emotivo momento durante la capilla ardiente del papa Francisco en la Basílica de San Pedro. Desafiando el estricto protocolo, se acercó al féretro del pontífice, permaneciendo varios minutos en silencio, conmovida y en oración.
Jeanningros es conocida por su labor con comunidades marginadas en Ostia, cerca de Roma, donde brinda apoyo a personas en situación de vulnerabilidad, como prostitutas, transexuales, feriantes y personas sin hogar.
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Cabe destacar que su compromiso con la inclusión y la justicia social fue reconocido por el papa Francisco, quien la visitó en 2015 y 2024.
El vínculo entre Jeanningros y el papa Francisco también tiene raíces personales: es sobrina de Léonie Duquet, una de las monjas francesas secuestradas durante la última dictadura en Argentina, un hecho que marcó profundamente al Sumo Pontífice.