La realidad de los jubilados es uno de los problemas más acuciantes en el país. En ese marco, el Gobierno decidió dar de baja la moratoria previsional debido a que constituía un gran gasto para el Estado, pero deja a la deriva a gran cantidad de personas en edad de jubilarse que no cumplen con la cantidad de años requeridos, en una Argentina donde la informalidad laboral siempre ha sido alta.
La realidad de los jubilados de la región con el fin de la moratoria y el bono congelado
Hace un año el Gobierno cambió la movilidad jubilatoria por DNU, que comenzó a ajustarse por la inflación. Y esta semana caducó la moratoria previsional.
Al mismo tiempo, el 25 de marzo se cumple un año de la derogación de la fórmula de movilidad jubilatoria vigente hasta entonces que fue modificada por un aumento mensual de las jubilaciones acorde al último índice de inflación disponible, elaborado por el INDEC. Para compensar el ajuste, el Gobierno dispuso otorgar un bono a los haberes más bajos, que desde entonces está congelado en $70.000.
De acuerdo con las cifras brindadas por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), el índice de pobreza entre los mayores de 65 años prácticamente se duplicó en el primer semestre de 2024, en comparación con los seis meses anteriores, cuando pasó del 17,6% al 29,7%.
En ese número, no solo influyó el rezago de las jubilaciones sino que los adultos mayores también se vieron afectados por el aumento de las tarifas de servicios públicos -como agua, gas y electricidad-, el incremento en el precio de los alimentos y, especialmente, en el costo de los medicamentos.
REC I - “Solo tres hombres y una mujer cada diez se van a poder jubilar tras el fin de la moratoria”
La situación de los jubilados tiene correlato en lo que tiene que ver con los planteamientos judiciales, que atiborran los juzgados para reclamar reajustes en las jubilaciones y pensiones, algo que se repite en las últimas décadas. “La realidad es que los planteamientos que se están haciendo ahora tienen que ver con la movilidad jubilatoria, que con todos los cambios que hubo en los últimos gobiernos, cada vez fueron disminuyendo más todavía las jubilaciones más altas”, explicó la abogada experta en temas previsionales de Lomas de Zamora, Viviana Tamame, a El Diario Sur.
“Este tipo de jubilaciones están cada vez están más cerca de las mínimas, porque el hecho de que las jubilaciones mínimas tengan el bono y las más altas no hace que esas personas tengan un incremento mayor que la persona que cobra mayor ese haber”, aseguró Tamame, al referirse al motivo de la mayoría de los reclamos judiciales en materia de jubilaciones.
En ese sentido, puntualizó que en la actualidad los haberes tienen un tope de $1.900.000. “Esto está afectando mucho a la gente, porque vos pensás que el tope no solamente aplica cuando tenés tu jubilación, sino también a la pensión de tu marido o de tu esposa, entonces eso hace que una persona que tendría que estar ganando por ahí 3 millones esté cobrando 1.900.000 ahora a partir de marzo con el tope”, destacó la abogada.
Por otro lado, Tamame afirmó en relación a la moratoria previsional que finalizó el 23 de marzo pasado que “nunca fue una solución, siempre fue un parche para las personas que no completaron los aportes porque no estaban registradas”.
En cuanto al fin de la moratoria, la profesional planteó que “sus consecuencias son muy importantes porque la realidad es que son muy pocas las personas que tienen los 30 años de aportes o pueden alcanzar los 30 años de aportes”. “Queda una moratoria vigente que es de carácter permanente, que es la ley 24476, pero le sirve a la gente que tiene aportes y les faltan poquitos años. Permite comprar años desde los 18 años de la persona hasta la fecha de corte que es septiembre de 1993”, agregó.
“Las estadísticas son muy claras, a partir de que no haya moratorias solo tres hombres cada 10 y una mujer cada 10 van a poder jubilarse a término. Entonces vas a tener dos consecuencias: van a terminar en la PUAM o directamente lo que va a pasar es que van a continuar trabajando para completar los años de aportes”, concluyó Tamame.
“Los medicamentos son una parte importante del presupuesto que manejan los jubilados”
Otra de los inconvenientes que sufren actualmente los jubilados tiene que ver con el aumento en el precio de los medicamentos y las modificaciones en la cobertura del PAMI, que es la obra social mayoritaria en ese grupo etario. “La caída de unidades dispensadas a los jubilados de PAMI entre julio y diciembre de 2024 fue del 28 %, que traducida en números concretos significó una baja del consumo”, manifestó Edgardo Groppi, presidente del Colegio de Farmacéuticos de Esteban Echeverría y Ezeiza, en diálogo con El Diario Sur.
“La cantidad de medicamentos que retiran de la farmacia hoy es menor. El motivo de esta baja se relaciona con la modificación sustancial que sufrió el convenio de PAMI desde julio a diciembre de 2024, cuando el jubilado pasó de pagar en promedio 14.59 % a 27.08 %, un 12,5% más de los medicamentos que retira”, desarrolló Groppi, en cuanto a lo que ve en las farmacias de la región.
Las modificaciones más relevantes en este sentido son el pasaje de productos de venta bajo receta a venta libre y la eliminación definitiva del Plan Vivir Mejor, que implicaba la cobertura total por parte del PAMI del precio de los medicamentos. “Un grupo de moléculas relevantes, de consumo habitual en personas de edad avanzada como los protectores gástricos, han quedado fuera de la cobertura por esta obra social”, subrayó el titular del Colegio de Farmacéuticos local.
“También muchos medicamentos indicados para enfermedades crónicas, que son los más relevantes en los tratamientos han perdido su cobertura 100 %”, afirmó Groppi. “Es importante aclarar que algunos de los medicamentos y productos relacionados a diabetes, como las insulinas o tiras reactivas cuyo costo es muy elevado, siguen teniendo cobertura del 100%”, agregó.
“Los pacientes refieren de manera constante que el valor total que abonan por sus remedios es un porcentaje elevado del presupuesto que manejan para su vida, por lo que en muchos casos no pueden acceder a los mismos”, concluyó Groppi.
Hablan los jubilados de la región
Raúl de 65 años
“Cobro $1.100.000, pero es imposible sobrevivir. Me quedé viudo hace un año y medio y tengo mi jubilación y la pensión de mi señora”
Dora de 76 años
“Yo estoy jubilada, pero me deben la reparación histórica que no me la pagan todavía y bueno. Tengo 140 mil pesos de gasto de remedios y cobro una pensión hace dos años y no me alcanza para comprarlos”
“Estoy cobrando la mínima y unos 300 mil más de la pensión, pero no me alcanza. Tengo PAMI, tengo un hijo a cargo con discapacidad que cobra la no contributiva de 182 mil pesos”
José de 75 años
“Cobro la mínima y unos manguitos más, pero no me alcanza para nada. Nunca hemos estado tan mal como ahora. Vivo con la ayuda de mis hijos y mis hermanos. No queda otra, no podés darte lujos de nada”
Irma de 85 años
“A mí me alcanza y me sobra. Hoy en día la gente no sabe tener plata. Porque me enseñaron desde muy joven a cuidar la plata. Por eso, que no malgasten en pavadas cuando cobran”
Hilda de 68 años
“Con el bono que me da el Gobierno vamos a llegar a $350.000. No me alcanza para nada. Imagínate la comida, la carne. Un kilo de carne me puedo comprar. No tengo ayuda de mis hijos, yo soy sola y me arreglo como puedo”
Lizardo de 66 años
“Lo que yo gano, un poquito más de la mínima, lo tengo que poner para los remedios y para comer. Me arreglo como puedo. Y no tengo más nada que decirte porque es para hacerse mala sangre”
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