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La mirada de un experto sobre la preparación del Conurbano para una inundación

Luego del drama de esta semana, se instaló la incertidumbre sobre lo que podría pasar en el Conurbano ante una lluvia como la que cayó en Bahía Blanca.

La inundación en Bahía Blanca que dejó muertos y destrozos caló hondo en la sensibilidad de todo el país. Y mientras la solidaridad se extiende para intentar brindar ayuda a los damnificados, se encienden las alarmas por lo que podría ocurrir si una lluvia de ese calibre afectara al Conurbano Bonaerense, la región más poblada de Argentina.

La organización científica internacional Climate Central puso a esta región como una de las que podría sufrir terribles estragos en el futuro. En ese marco, El Diario Sur consultó con Javier Martínez Heres, ecólogo y docente de la licenciatura de Gestión Ambiental Urbana en la Universidad Nacional de Lanús (UNLa), quien sostuvo que la pregunta que habría que hacerse no es tanto si puede ocurrir sino, más bien, ¿qué se debe hacer ante este riesgo?

"Eventos de 300 mm en 4 o 5 horas son bastante raros, pero pueden ocurrir tanto donde estamos como en las partes más altas, y esa agua se va a desplazar atravesando nuestra ubicación", indicó. Y remarcó: "La cuestión no es asustarse sino prepararse porque las consecuencias van a ser bien diferentes. Si atendemos las alertas meteorológicas vamos a poder responder incluso si el evento ocurre a la noche mientras dormimos o de día cuando los chicos están en la escuela y la gente en el trabajo".

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La inundación en Bahía Blanca provocó serios destrozos.

La inundación en Bahía Blanca provocó serios destrozos.

Cuál es la situación del Conurbano

En cuanto a la preparación de las zonas urbanas de la región para este tipo de eventos, afirmó: "En buena medida nuestras ciudades son un damero de manzanas que contradice a la red de escurrimiento natural que tiene el territorio, complicando a ese mismo drenaje".

De todas formas consideró que "las ciudades están, en líneas generales, preparadas porque hay políticas de gestión de riesgo, y organismos especializados que trabajan en red frente a las situaciones de desastre". "Pero cuando vamos a lo específico, barrio por barrio, hay muchísimo por hacer. Hay cosas que es difícil que podamos cambiar, y por eso necesitamos establecer prioridades, un plan, y mantenerlo en forma permanente e irlo completando".

Dada esa situación, "algunos profesionales hidráulicos recomiendan que todas las obras nuevas tengan la capacidad de retención de las lluvias que caen en la propiedad, para después sí liberarlas a la red de drenaje una vez que la tormenta menguó". "Esto significa que un edificio debería tener una cisterna subterránea o elevada de una cierta capacidad", puntualizó.

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Un investogador de la Universidad de Lanús responde si un fenómeno de esas características podría llegar al Conurbano.

Un investogador de la Universidad de Lanús responde si un fenómeno de esas características podría llegar al Conurbano.

Sobre esos elementos específicos, que parecen obras menores, Martínez Heres señaló que "el sentido común nos lleva a una situación de requerir al Estado obras hidráulicas de mayor envergadura para poder continuar con nuestras actividades sin vernos afectados por estos fenómenos". Y agregó: "Es un error pensar que la solución para mitigar el problema de las inundaciones es un tema hidráulico. Cuando ocurrió la inundación en La Plata se aprendió que había que intervenir no solamente sobre las cuestiones hidráulicas sino también las cuestiones sociales, económicas y ambientales, y que había que pensar la ciudad de otra manera. Ahora con Bahía Blanca pasa otra vez".

Los aprendizajes para evitar una inundación

Las consecuencias del cambio climático son un hecho y las dificultades se van a profundizar. Eso es en todo el planeta. Sin embargo, Javier Martínez Heres remarca que debería haber una unificación de criterios para lograr mitigar los efectos, cuando se dan los golpes de la naturaleza.

“Las obras hidráulicas deberíamos pensarlas y comunicarlas para que la población conozca a partir de qué condiciones debe tomar recaudo”, comentó. Y ejemplificó: "En el trabajo con los vecinos se les debe enseñar a descubrir el territorio en su vulnerabilidad frente a las inundaciones. Esto debería empezar desde la escuela primaria”.

Y cerró: "Entendemos que el tema de las inundaciones tiene una fase de prevención que se desarrolla todo el tiempo antes que se produzca el evento; otra que se desarrolla en la emergencia y luego la etapa de recuperación. En todos estos momentos deben trabajar personas con distintas especialidades, conocimientos y habilidades. El Estado es el gran articulador que a través de estrategias y acciones de financiamiento debe orientar esos cambios que requiere nuestra sociedad”.

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