El primero de los robos ocurrió en octubre en un departamento ubicado en la calle Soler al 4000, en Palermo, en donde debía cuidar a una persona por cierta cantidad de horas.
En esa ocasión, el paciente se dio cuenta de que le faltaba plata y joyas, y alertó que varios elementos estaban colocados en lugares diferentes de donde los había dejado antes de quedarse dormido. Se cree que el acusado le suministró una droga para sedarlo y así aprovechar el tiempo para cometer el delito.
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A partir de esto, según consignó TN, se inició una investigación por parte de la División Robos y Hurtos Norte de la Policía de la Ciudad y poco después el caso se vinculó con otra denuncia que se realizó en noviembre por un suceso parecido en una casa sobre la calle San Nicolás al 1800, en Villa Santa Rita, también en Capital Federal.
Ambos episodios no sólo eran similares en cómo se había cometido el robo, sino que el enfermero que había asistido al domicilio ese día era el mismo.
Conexión entre los robos
En ese sentido, en cuanto se detectó la conexión entre ambos casos, los investigadores realizaron una revisión de sus redes sociales e impactos de sus comunicaciones telefónicas. De esta manera, descubrieron que el hombre vivía en una casa ubicada en Moreno.
El Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional 2, a cargo del juez Manuel Gorostiaga, ordenó el allanamiento en ese domicilio, donde finalmente detuvieron al sospechoso.
En el lugar, los efectivos policiales secuestraron un celular, documentación vinculada a las víctimas -como la póliza de seguro de uno de ellos-, entre otros elementos de interés.