Entre los problemas de convivencia más frecuentes que aparecen entre vecinos en los edificios del conurbano hay uno que llama la atención: las quejas por el olor a marihuana. El humo del “porro” tiene un aroma potente y muchos vecinos llegan con reclamos a los encargados porque les resulta molesto. Así lo confirmaron desde diferentes administraciones de edificios a El Diario Sur.
El olor a marihuana, uno de los conflictos que más se repite en los edificios del Conurbano
El aroma del “porro” se filtra en departamentos de vecinos a los que les resulta una molestia y formulan quejas en las administraciones.
"La verdad que estoy bastante acostumbrado a este tipo de problemas. Las quejas generalmente vienen de personas mayores. Y la única respuesta que le puedo dar yo es que no me puedo meter, porque dentro del departamento es la vida privada de cada vecino", señaló Agustín Arias, administrador de consorcios a lo largo de una veintena de edificios en zona sur, que van desde Avellaneda a Temperley. Y añadió: "Es lo mismo cuando hay una queja porque hay mucho olor a pescado que sale de un departamento. La realidad es que no puedo hacer nada”.
Es un tema que genera un choque de derechos: por un lado, el de cada vecino a consumir marihuana en la privacidad de su hogar; por el otro, el de no tener que aguantar un aroma que para muchas personas puede resultar desagradable o invasivo.
"Esto es un tema diario. Todos los días pasan fumando marihuana algunos vecinos; los pibes incluso cosechan en los balcones, porque parece ser una moda tener plantas. Pero, si bien lo vecinos se quejan, no se puede hacer nada. La realidad es que se comen el olor todos los días", señaló Franco, que trabaja sobre consorcios de Lomas de Zamora.
Con los encargados “atados de manos” para intervenir, aparece la frustración entre quienes presentan las quejas. "Los vecinos, ante la imposibilidad de hacer algo, se enojan. A lo sumo pueden tocar el timbre y decir que molesta el olor a marihuana, pero la otra persona a veces no dice nada. Siempre queda todo en la nada”, sostuvo Ruiz.
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Y agregó: "En una ocasión me preguntaron por qué había un vecino que tenía plantas de marihuana y la respuesta siempre es la misma: vos podés hacer una queja o lo que sea, pero si la persona tiene Reprocann -el registro del Ministerio de Salud para acceder a productos de cultivo de cannabis-, que hoy es bastante común, herramientas para solucionarlo no tengo", sentenció.
Carmen, que es encargada de un edificio en Lanús, dice que en su trabajo no hay conflictos. "En mi edificio sólo uno se fuma un porro en el balcón. El aroma llega pero nadie se queja. La realidad es que se respeta a la persona porque no ocasiona problemas", detalló.
La problemática está lejos de ser un fenómeno de la región. Esta semana, el New York Times, publicó una columna con consejos sobre cómo deben actuar los vecinos a los que les molesta el olor de la marihuana: el principal tip es que ante todo sea “con diálogo y por las buenas” y también se sugieren elementos de impermeabilización para que el olor no pase con intensidad.
"Siempre hay algún vecino que mira raro"
Del otro lado de las quejas por el olor de la marihuana, aparece la posición de los consumidores. Ese es el caso de Diego Cabrera, que tiene un grow shop –tienda que vende productos relacionados al consumo de marihuana, aunque no el producto en sí mismo, que no es legal. “Siempre hay algún vecino que mira medio raro, que pasa y pregunta por el olor", reconoce el dueño de Cannubis Grow, de Remedios de Escalada.
Y agregó: "La gente que pasa se interioriza, les gusta mucho el tema de las plantas y no pasa de eso. Siempre algún personaje va a aparecer, es verdad, y hay miradas raras, pero ve que venimos acá y nos ponemos las redes, sacamos las plantitas, entiende que no molestamos a nadie y entonces pasa".
También se refirió al cambio en la sociedad que acepta con mayor naturalidad el hábito. "Sinceramente un par de años atrás eso no hubiera pasado. La gente hoy ya te mira de otra manera con el tema del cannabis. De hecho, hay muchas señoras que han venido a preguntar, a consultar por aceites y cremas, que eso es buenísimo porque lo están incluyendo de a poco en sus vidas, y no lo ven tan malo como ocurría en años anteriores, así que eso es muy positivo".